jueves, 21 de abril de 2011

Visión crítica de la sociedad de consumo


La publicidad, con sus anuncios y técnicas publicitarias es capaz de reproducir los estereotipos y modelos sociales ya establecidos. En estos estereotipos de persona, se ven reflejadas también también las desigualdades existentes en la estructura de cada sociedad. Esto podría verse desde un punto de vista crítico como un problema o conflicto existente en la sociedad basado en en el beneficio material por parte de los “dueños” de esta sociedad consumista.




 Como ya hemos dicho anteriormente, la publicidad es capaz de transmitir a la gente cómo debe ser y la forma en que debe actuar, debido a la fuerza que posee para crear modelos sociales y modificar hábitos y actitudes. En la sociedad de en la que estamos inmersos ahora mismo, los estereotipos que encontramos, se basan en el modelo de persona consumista, que basa los logros de sus vidas en los aspectos materiales y su lucha por conseguirlos. Estos modelos son los que realmente benefician a ese grupo que se encuentra en la cima de esta sociedad y que controla todo lo que está por debajo.


Siguiendo con un punto de vista crítico, podríamos hacer una especie de analogía con la teoría de Karl Marx y la estructura que él plantea de las sociedades. Quiero decir con esto, que podríamos ver en esta sociedad actual, una infraestructura creada por esos entes gobernadores de la sociedad (los cuáles no se nombrar pero todos sabemos a quien nos referimos), la cual posee unos modelos y medios de producción creados a su gusto, de manera que le reporte el máximo beneficio posible. Esta estructura, está sostenida y legitimada por una infraestructura que posee los valores que definen la sociedad consumista. Estos valores que todos conocemos, basados en el disfrute de la vida mediante bienes materiales, son criticados por la mayoría de la gente pero sin embargo, esta sociedad no flaquea si no que va a más. Aquí, es donde entra en juego la publicidad, ya que ésta es el arma utilizada por los beneficiarios de esta sociedad, para la transmisión y fijación en los ciudadanos de esos valores que sujetan la estructura de la sociedad de consumo. Así, se aseguran el seguimiento de este tipo de sociedad, creando así 2 clases de la sociedad análogas a la teoría crítica. En este caso, no hablaríamos de la clase de empresarios contra trabajadores, hablaríamos de una especie de clase de “vendedores”, que serían los que controlarían la estructura de la sociedad de consumo y los que se benefician de ella, y otra que haría referencia a los “compradores”, abducidos por los valores consumistas y que son realmente los que sustentan esta sociedad ya que esos son los consumidores de estos modelos de producción.



Esta mi propia visión crítica de la sociedad, y por ello aboga por cambiarla, ya que nuestra felicidad, ya que supuestamente se basa en el materialismo, sólo sirve para la felicidad de unos pocos que buscan controlar todo lo de los demás. ¿Y tú? ¿Piensas que tu felicidad sirve para hacer felices a otros?

viernes, 15 de abril de 2011

Marcas blancas

Aumenta el consumo de marcas blancas en España






Poco a poco va imponiéndose en España (desconozco si también pasa lo mismo en el resto del mundo) una tendencia de consumir marcas que no son consideradas grandes. Es decir, las marcas blancas, aumentan el consumo. Vamos a intentar desvelar las causas de esta situación.

La causa más importante y más evidente es la subida de precios de las marcas “logotipadas”, es decir las famosas, las de toda la vida…debido a la crisis.Ello nos ha llevado a todo ciudadano a tener que recurrir al consumo de estas nuevas marcas blancas, más baratas, que incluso son las mismas industrias grandes las que las fabrican.
Supongo que habrá que centrarse en la subida de precios como un factor determinante para que se haya producido este hecho. Hay determinados productos alimenticios que como consecuencia de la llamada crisis, han tenido que aumentar su precio. Alimentos tan básicos como el arroz, el maíz, el aceite de girasol, la leche o la pasta, son un claro ejemplo de estos alimentos que ahora valen más que antes.

En definitiva, el aumento del consumo de las llamadas marcas blancas es algo lógico. Por cierto, las marcas blancas ya no sólo hay que relacionarlas con los productos alimenticios, sino también podemos encontrar marcas blancas en otros muchos productos, como por ejemplo los neumáticos de coches. Aunque la verdad es en el ámbito alimenticio donde más se nota el ahorra al comprar marcas blancas, ya que el mercado está poniendo los precios por las nubes.
Debido a esto, la cuota de la marca blanca ha subido un 7%, por el contrario las marcas con más renombre dentro del mercado redujeron su facturación en un 4% en el mismo periódo.
Las marcas blancas ponen contra las cuerdas a los grandes grupos alimentarios en España y  la crisis del consumo que sacude la economía nacional está terminando con lo que hasta ahora había sido establecido como dogma. En el mundo de la mercadotecnia existe la creencia de que la fuerza de un logo o símbolo es capaz de hacer ganar millones de euros a una compañía por el simple hecho de ser conocida entre las masas.Una teoría que pierde cualquier validez sólo con echar un vistazo a las distintas estanterías del supermercado de turno, donde los productos sin marca han terminado por desplazar a muchos de los primeros espadas del consumo. Los hábitos del consumidor español están cambiando a la misma velocidad que avanza la recesión y el precio final del producto es ahora lo más determinante.

Hoy por hoy poco importa la renta que tengamos, ni a que clase social pertenezcamos…ya seamos de baja, media, trabajadora…o incluso de clase alta consumimos prácticamente los mismo productos e intentamos ahorrar por todos los lados, porque esto de la crisis nos ha afectado a todos. En este ámbito las desigualdades sociales y económicas han quedado prácticamente a un lado ante un hecho que como he dicho antes, nos ha afectado por completo a toda la sociedad.

Veamos que opina la gente   





Hasta la próxima

-Javi Sahuquillo Grimaldos



Desigualdad y estratificación social


LA DESIGUALDAD Y LA ESTRATIFICACION SOCIAL

La desigualdad y las
diferencias sociales son en todo el mundo una parte de la vida social. Ciertamente, la diferenciación de grupo es una característica básica en todas las sociedades. Pero cuando tales diferencias comienza a ser socialmente significativas ( un ejemplo perfecto lo podemos observar en los tripulantes de la película de Titanic ) los sociólogos comienzan   hablar de desigualdad social, que surge cuando  las diferencias humanas se hacen socialmente significativas.
En la mayoría y probablemente en todas las sociedades existen sistemas de división y estratificación social, que sitúan a unas determinadas categorías de personas por encima de otras y que
determinan situaciones diferentes de prestigio, poder y riqueza. Los sociólogos usan los conceptos de desigualdad y estratificación social para  referirse al sistema por el que una sociedad clasifica a los grupos de personas de manera jerárquica. En todas las sociedades hay unos principios básicos de la estratificación o desigualdad social: 1. La estratificación social es una característica de la sociedad, no simplemente un reflejo de diferencias individuales. Es un sistema que confiere un acceso desigual a los recursos. Ni los ricos ni los pobres han creado la estratificación social, aunque este  sistema modele las vidas de todos aquellos.
2. La estratificación persiste a través de las generaciones. Para entender que la estratificación tiene su origen en la sociedad más que las diferencias individuales, basta solo comprobar cómo la desigualdad persiste a lo largo del tiempo los padres legan su posición social a sus hijos, de modo que las pautas de desigualdad permanecen inalterados de generación en generación.

En cuanto a las cuestiones planteadas en la práctica 3 de”¿ Cómo influyen los medios de comunicación de masas y redes sociales en la sociedad española?”, se podría decir en primer lugar ( respecto a las teorías funcionalistas ) que a la hora de exponer algo en cualquier perfil de una red social, no se exponen cosas ilícitas o que puedan ser de mal agrado o mal vistas en nuestra sociedad, normalmente se plasman y se muestran los momentos felices de cada persona en cuestión e información, que no daña ni perjudica a la moral de nadie al verla. Se podría decir que la libertad que se nos “brinda” es respetada por los usuarios casi en su totalidad. Es un portal donde se muestra lo mejor de cada persona, éstas serían pues los valores o las normas  morales que se siguen en el “ciberespacio”.
Es a su vez la unión y coexistencia entre todas las clases sociales. Es una clara evolución de la sociedad en su forma de comunicación donde todas las clases sociales participan más tarde o más temprano, en ellas te puedes encontrar desde la persona más pobre y humilde conectada desde un “ciber”, hasta la persona más adinerada desde su despacho sentada en su caro sillón de cuero.

En referencia a los problemas de la sociedad, cabe decir que no son materiales, sino morales, por ello en base a la publicidad habría que mejorar o desarrollar la moralidad social de ésta, no cambiarla por otra. Por ejemplo la publicidad podría persuadir  el consumo o el uso de una moral diferente y no el consumo compulsivo de productos…que no solucionan nada, algo que cambie el pensamiento social en general que dé como resultado algo positivo para todos, para la sociedad. Si la sociedad se asemeja a un organismo biológico , no puede fallar ninguno de sus “órganos” ya que entonces habría una reacción en cadena que afectaría a todo el sistema, por ello ha de reforzarse cada uno de los órganos existentes, desarrollándolo de tal forma que de los resultados anteriormente descritos.

Ciao.


Javi Sahuquillo Grimaldos

La información es poder

Hoy en día tanto internet como las redes sociales han convertido a la mayoría de los miembros de la sociedad en protagonistas íntegros y creadores de información. Cualquier usuario puede ser propietario, hacer y deshacer a su antojo o abastecerse de cualquier tipo de material que esté vinculado a la red. En esta estructura online no existe una jerarquía o tipo alguno de estatus. Nadie necesita de ningún dote para realizar las múltiples opciones que las web 2.0 ofrecen.




Es cierto que en cada vez más herramientas y páginas web se privatizan y es necesario un desembolse económico para poder ingresar o hacer uso de sus ventajas. Aquí comienza una estructura de poder. Usuarios que pueden, gracias a su nivel económico, gozar de mayor capacidad que otros que no pueden, esto conlleva a que se vea perjudicado o diferenciado su papel en el medio, una gran similitud a la sociedad no virtual.

También se podría decir que tanto los servidores, que regulan la cantidad y en sí la información, como las empresas que ofrecen los servicios y que controlan los contenidos, actúan por encima y tienen más poder que el usuario que desempeña su rol online.











Los medios de comunicación masivos, no solo internet, son nuestra fuente principal de información. Si analizamos esto quiere decir que actúan a modo de propagación tanto de  ideas como costumbres o modos de vida. Es un espejo que refleja la sociedad, sin beneficio propio de ninguna institución o u otro estamento (todo es un supuesto y sobre papel). Crea modas y necesidades que generan el consumo (en exceso) de la sociedad pudiente. La publicidad juega un papel fundamental entre el vendedor y el consumidor, busca la manera mas correcta e infalible de realizar su cometida.  La publicidad debe de regular y ser una herramienta completamente reciproca, tanto el vendedor como el consumidor debe poder disfrutar de sus grandes ventajas.

Como conclusión la información es poder y gracias a todos los medios que internet ofrece en su mayoría libres para cada usuario, debe ser explotado en beneficio de todos e incluso ser capaz de crear nuevas estructuras o subestructuras en base a esta nueva cultura.


Alejandro Rodríguez Fernández 

Comunicación de masas, ¿un arma de persuasión?




Hoy en día nos encontramos, sin duda alguna, en la era de la comunicación. Millones de personas pasan más de dos horas diarias observando la televisión, escuchando la radio, leyendo el periódico y conectados a internet.
Pero nadie se pregunta si realmente la información que se nos da en estos medios es veraz o se encuentra seleccionada entre otras muchas noticias que no interesan para los dueños de estos medios que diariamente invaden nuestra intimidad para sobre informarnos de guerras, asesinatos, robos, crisis económica…
Como bien dice el famoso sociólogo Francés, Durkheim, los problemas reales de la sociedad no son materiales, si no morales. Recapacitando en todo esto, los medios de comunicación de masas establecen una moral global, apabullándonos de imágenes diciéndonos lo que está bien o esta mal sin que nosotros realmente en nuestras casas tengamos tiempo de administrar ni asimilar toda la información que se nos da.
En mi opinión los medios si que segmentan la sociedad ya que existen distintos canales dominados por diversas ideologías políticas que siempre nos muestran una cara de lo que esta ocurriendo realmente omitiendo información o incluso tergiversándola, para convencer al espectador de que su información es la veraz.
Ahora bien, el receptor de la información es el que decide realmente que medio de comunicación quiere seguir de manera libre, por eso no podemos hablar de una manipulación, ya que si no estas a gusto o no t interesa, cambias de canal o te compras otro periódico.
En definitiva, la propia influencia de los medios ya sea de manera positiva como es el caso de una información objetiva o negativa como una información subjetiva y sacada de contexto sobre nuestra sociedad, transforma claramente al individuo.


Aqui os dejo un video muy interesante don de nos habla del poder de la persuasion en los medios de comunicacion.


 Muchas gracias


martes, 12 de abril de 2011

Desigualdades en la sociedad española

En la sociedad española podemos encontrar desigualdades que definen la estructura social de nuestro país. En primer lugar me gustaría comentar una desigualdad que ha estado presente durante toda la historia de la humanidad, que sigue presente y que además, en esta sociedad consumista, se apoya insconscientemente día a día gracias a la publicidad. Supongo que ya sabréis que hablo de la desigualdad de género. Quiero hacer hincapié en que no me refiero a la violencia de género, la cual se deriva de ello, sino a la desigualdad. Esto que a priori sería una diferenciación social, se ha convertido en una desigualdad social, que aunque se está luchando por combatirla, pero que aún queda mucho trabajo para resolverla. Y con esta conversión, me refiero a que el simple hecho de nacer hombre o mujer condiciona la vida de cada persona, ya que por ejemplo está demostrado que además de que las mujeres cobran menos que los hombres en sus trabajos, poseen menos posibilidades de acceso a la vida laboral y trabajan en más ocasiones sin contrato de trabajo y seguridad social. Además, como hemos comentado anteriormente, la publicidad fomenta con sus estereotipos estas desigualdades. Ejemplos de ello, son la utilización de la mujer como objeto sexual para la venta de productos, o como dueña del hogar para la venta de productos para la casa.




En cuanto a la película vista en clase, si que podemos identificar algunas desigualdades en la estructura social francesa con la española. En mi opinión, el ejemplo más claro sería el de la adscripción al grupo social al que se pertenece. Con esto, me refiero a la situación que se vive en ese instituto y que es muy parecida a la que podemos encontrar en la mayoría de institutos de barrios marginales de nuestro país, e incluso a veces no tan marginales. Vemos como muchos de esos niños que provienen de familias pobres, acaban fracasando en el ámbito escolar y de ahí que no tengan la posibilidad de alcanzar el conocimiento necesario para poder trabajar y asentarse en una situación mejor que la de sus predecesores. Al mismo tiempo, podemos ver como la mayoría de gente que proviene de clases altas, posiblemente sea por las posibilidades o recursos que sus familias le proporciona, si que acaban teniendo un status social o económico parecido al que sus familias poseían.





Oasis - Juan Manuel Caurin Blat

domingo, 10 de abril de 2011

Los medios de comunicación son a la sociedad, lo que los ojos al cuerpo humano

Si me preguntasen cuál ha sido el término más mencionada durante estos últimos años, éste sería: “crisis”. El vocablo comodín, que está sirviendo de escusa a cientos. Sin recordar que si algo ha caracterizado al ser humano, o incluso a la vida en sociedad, es la inestabilidad.
Lancemos la vista atrás. Año 2008, los medios de comunicación informan que el mundo entero, incluyendo el olvidado 3º mundo, está sumido en una “crisis económica”. Muchos nos preguntamos, ¿crisis económica no ha habido siempre? Desde los inicios ha existido un desequilibrio en el reparto de riquezas. “No todos podemos tener lo mismo”, me decían de pequeña. Pues déjenme decir que en el utópico mundo de muchos sí es posible. Es por ello que a lo que los medios definieron  “crisis económica”, otros muchos catalogan “crisis de valores”. La gente ya no cree en lo preestablecido, busca sus propios métodos de legitimación, sus ideales… ¿Esto quiere decir que nos hallamos ante la ruptura del status quo? A los ojos de Durkheim así sería. La sociedad no funciona como ese idealizado organismo en el que cada uno desempeña felizmente su función, respetando y valorando el papel de los demás. En esta sociedad cada órgano vela por su interés: el pié derecho y el izquierdo marchan en direcciones opuestas; la cabeza pretende moverse sin tener en cuenta a los pies… ¿y quién tiene la culpa de esto? Continuando con la metáfora, “los ojos”. Ellos son los encargados de transmitir los mensajes y cohesionar al organismo. Sin embargo, ahí están jugando un falso papel mediador, incentivando el desequilibrio y mostrando una imagen distorsionada pero sugerente de la sociedad. Todo lo que ellos nos dicen es la realidad, el resto no existe. Por esa regla de tres, la revolución silenciosa de Islandia nunca se ha dado. Rompería el orden establecido y nadie quiere eso.
Eso sí, se nos bombardea a información banal sobre productos, servicios, partidos políticos y demás; todo ello gracias a un elemento que no escapa a ninguno de los “órganos que componen el sistema” y desde el cual se podría promover algo de estabilidad, la publicidad: reafirmante de estereotipos, estilos de vida, motor del consumismo y demás.  Y es el término “consumismo” el que nos devuelve al comienzo de estas líneas, donde a través de Durkheim afirmábamos que el problema no reside en lo material sino en lo moral. Desde este punto, cabría preguntarse si resulta moral fomentar al consumo excesivo mientras en otros lugares no se llega, ni de lejos, al consumo básico. ¿Qué opinan ustedes?